domingo, 11 de diciembre de 2011

Paseo Los Palos Grandes: lo bueno, lo malo y lo feo

Este sábado 10 de Diciembre estaba pautada la tercera edición del Paseo Los Palos Grandes, una convocatoria de Chacao en donde se mezclan música, literatura y gastronomía. Yo estaba algo escéptico debido a la caótica edición previa de Por el medio de la calle, pero revisé la programación y vi que la oferta era atractiva, por lo que decidí dar una vuelta por el sitio a ver que tal.

Mi experiencia tuvo tres momentos, tal y como lo indica el título de esta croniquilla, y paso a describirla:
Lo bueno: definitivamente, las actividades relacionadas con la música. Nuestra primera parada fue en La Praline, en donde estaba pautada la presentación de una banda de covers de jazz, el grupo de Mark Brown, un saxofonista/cantante al estilo de los crooners de los 50. La propuesta fue honesta: un cuarteto formado por un contrabajo acústico, batería, guitarra y el mencionado saxofón, que se dedicó a interpretar piezas del repertorio del jazz standard; los músicos, muy solventes, mantuvieron a la audiencia bastante interesada durante su presentación. Hubo un aliciente adicional: estaban ofreciendo una cata de cava rosado Freixenet, junto con bombones de la chocolatería, por lo que el asunto tuvo una nota europea bastante simpática.

Una vez terminado ese toque, nos fuimos hacia la plaza Los Palos Grandes, con una parada previa en un negocio de comida árabe que estaba ofreciendo una degustación de las típicas cremas con pan de pita frito, y una muestra de dulces. La plaza estaba bastante llena, y ya Los Crema Paraíso estaban en la tarima ofreciendo su fusión onda nueva-funk-folclore-electrónica, con alguna reminiscencia de Vytas Brenner. Muy bueno su concierto; se nota la influencia de Amigos Invisibles en la banda (no en balde uno de sus integrantes, Jose luis Pardo,  es miembro de Los Amigos). Después de Los Cremas se montó en el escenario una banda que me encantó: Gaélica. Es impresionante la sonoridad que consiguen con sus instrumentos, entre los que destaca una gaita escocesa. Pusieron a bailar a la concurrencia, y nos regalaron un par de covers de clásicos del rock  (Kashmir de Zeppelin y el sempiterno The wall), claro que a su estilo. Cerraron con una muy simpática "Gaita con gaita".

Lo malo: no me gustó para nada que se montara en la Tarima el alcalde Graterón. Creo que ha debido manejarse de otra manera; aunque no hizo proselitismo político de forma abierta, veladamente asomó algo de eso. Tal vez ya esté saturado de política, pero particularmente para mi fue anticlimático ver a un político en campaña en lo que se supone era un evento musical más que todo.

Lo feo: esto fue exclusivamente mi culpa. Resulta que previendo un caos vehicular en la zona, y problemas para estacionar, tuve la brillante idea de parar en el Excelsior Gama de Santa Eduvigis, y no averiguar el horario de cierre del sitio. Estaba seguro que operaba hasta la medianoche, por lo que estuvimos confiados viendo el cierre del espectáculo, a cargo de una agrupación "vente tú" de lujo, con Aquiles Baez a la cabeza del asunto. Cuando nos fuimos al supermercado, las santamarías estaban cerradas, y un enorme cartel informaba sobre el nuevo horario, hasta las 9:00 PM. Cómo no vimos el cartel cuando llegamos, es algo totalmente misterioso. En fin, que nos tocó abordar el primer taxi que nos pasó al lado, confiando en nuestra suerte. Afortunadamente resultó ser un señor mayor que nos llevó sin contratiempos hasta la casa.

Dentro de todo, no puedo quejarme del evento. Me permitió conocer un par de buenas propuestas musicales, y la oportunidad de estar al aire libre de noche, algo que no se hace con mucha frecuencia. Definitivamente mucho mejor que Por el medio de la calle.