lunes, 30 de enero de 2017

Mientras paseo a las perras

Desde que me impuse como tarea el paseo diario de mis perras - hará cosa de unos tres o cuatro meses, a raíz de la muerte de Catira - he procurado variar los itinerarios. Al principio hacía recorridos tímidos, confinados dentro del perímetro de la calle ciega en donde vivimos. Pero poco a poco fui animándome a expandir los horizontes, y paulatinamente he ido abarcando más y más terreno. Entre 45 minutos y una hora duran ahora nuestros paseos. La última ruta que he implementado lleva a un pequeño parquecito para perros, en donde hay diferentes aparatos para estimular la destreza de los canes. Aparatos que, debo decir con mucha pena, son ignorados olímpicamente por mis acompañantes, que ni siquiera se dignan a acercárseles. Se limitan, despojadas de ataduras, a recorrer con mucha precaución el lugar, sin alejarse mucho del banquito en donde me siento un rato, a verlas y a ver el Ávila, y a pensar. De tanto en tanto, las perras se me acercan, y se me montan encima. Pareciera que la libertad no es un activo muy preciado para ellas, y prefieren la seguridad que les brindo. Son perras caseras, al fin y al cabo.
El camino que me toca recorrer para llegar al parque atraviesa una urbanización, que nace al morir una zona de pequeñas casas y está constituida principalmente por edificios residenciales. Ayer me dio por leer el nombre de los edificios. El primero se llama, en un alarde de falta de imaginación, como la urbanización. Luego viene un inmueble cuya denominación hace referencia a una de las supuestas cualidades derivadas de su ubicación, la vista. Le siguen varios edificios nombrados a partir de los signos del zodíaco, pero en medio de ellos se entromete uno con nombre de mujer - tal vez sea la única mujer que no tiene signo zodiacal. Me llama la atención la nomenclatura urbana de Caracas. En la mayoría de las ciudades se utiliza un sistema de numeración que permite identificar unívocamente los sitios de residencia de cada quien. Cada unidad, sea casa o edificio, tiene un número consecutivo que le indica, sin muchos problemas, su ubicación en la calle en donde está situada a las personas que tengan que visitarla. En Caracas ese sistema, aunque existe, es pasado por alto. Cada vivienda tiene un nombre propio, como si quisiera decir que no es un número más. Eso, que pareciera pintoresco, en realidad es motivo de extravío para los visitantes que van por primera vez a una casa. Dígame si la quinta en cuestión se llama San Judas Tadeo. Sin temor a exagerar, en cada urbanización de Caracas hay por lo menos 2 o 3 casas denominadas como el santo. Hay calles que tienen más de una, y entonces las numeran como si fueran papas: Judas Tadeo I, Judas Tadeo II. Total que dar la dirección de la casa de uno, con el nombre de la calle y el de la vivienda, casi nunca funciona. Se debe anexar un planito, que gracias a Goggle es fácil de producir. O aderezar la descripción de las señas con detalles tales como "al terminar la subida, la calle se bifurca; allí cruza a la derecha, y fíjate que tengas una caseta de vigilancia después del muro amarillo porque si no te pasaste". Lo mismo se puede decir con la nomenclatura de las urbanizaciones, que obedece más al capricho de sus promotores que a la realidad. Porque, ¿quién en su sano juicio puede denominar a “El llanito” con ese nombre, por ejemplo? Parece una broma de mal gusto. O “El silencio”. Claro que esos casos tienen una justificación histórica. Me cuentan que El llanito se llama así porque los obreros que participaban en su construcción se reunían en el único sitio plano que había por la zona, en donde había una especie de bodega, y lo llamaban así, El llanito. No me consta su veracidad, pero suena lógico. Y El silencio, si nos atenemos a las crónicas, se llama así porque era una zona de tolerancia, en donde la bulla era una constante, hasta que ocurrió el terremoto de San Bernabé y en el lugar se hizo un silencio absoluto. El nombre le quedó hasta su reurbanización, y así lo llamamos actualmente.
De camino de regreso a la casa, después de que las perras decidieran que ya estaba bien de parque, pasé la fila de edificios, y volteé a ver el paisaje. Y vi que frente al edificio “Vista Hermosa” se puede apreciar una panorámica del cerro de Petare. La belleza es relativa.

sábado, 14 de enero de 2017

¿Cuánto cuesta comer un día en Venezuela? Actualizado a enero 2017




En julio de 2014 hice un ejercicio para calcular cuánto costaba un día de alimentación -alimentación sumamente básica, por cierto - en Venezuela. ¿El resultado? En ese momento, 364 Bs para una familia de cuatro personas. Seis meses después repetí el experimento, y ya esos mismos alimentos experimentaron un salto a 716 Bs. Lo volví a hacer en julio de 2015, y ya el costo iba por 1.342. En enero de 2016 el ejercicio dio como resultado 2.946 Bs. En julio de 2016 la cifra subió a 7.720. Vamos a actualizar los precios, para entender de cuanto ha sido la inflación con cuentas de bodeguero, en los últimos 6 meses.


Tomemos un menú bastante austero, como lo son los tiempos que corremos:

----Desayuno----
Sandwiches de jamón y queso
jugos para lonchera
galletas para la merienda a media mañana

----Almuerzo----
Hamburguesas
frutas

----Cena----
Cereal

Recuerden, todos los cálculos se presumen para una familia de 4 personas.
Para el desayuno:
Suponiendo que a cada sandwich le colocamos 25 gramos de jamón y 25 de queso, a un costo promedio de 10.000 Bs/Kg, son 2.000 Bs, más 2 canillas a 500 Bs c/u, 3000 Bs. A 750 Bs cada sándwich, hecho en casa. Los juguitos y las galletas son para las muchachas, así que serían 2 jugos x 400 Bs  más 2 galletas por 600 Bs. En total nuestro humilde desayuno nos habrá costado 5000 Bs.

Vamos con el almuerzo. La carne molida, a precio de hoy, está a 8.000 Bs. Si hacemos nuestras hamburguesas de 150 gramos, necesitamos 4.800 Bs. La bolsa de pan de hamburguesa que no sea de marca tipo Bimbo o Holsum - allí sí uno termina de desangrarse - se puede conseguir en unos 2.000 Bs. Como trae 8, entonces dividimos eso entre dos. Ahora, para que nuestra hamburguesa pueda ser considerada un plato balanceado, necesita llevar algún vegetal; nos decantamos por los tomates. Necesitamos un par de tomates, que dependiendo del momento pueden costar entre 600 y  800 Bs. Vámonos por el promedio, 700 Bs. La fruta también depende de la variedad  y la estación, vamos a ser prudentes y decantémonos por los humildes cambures; unos 800 Bs por 4 unidades, puede ser. En total nuestro almuerzo habrá salido en 7.300 Bs.

La cena es más sencilla. El cereal cuesta alrededor de 3.600 Bs por 500 gramos; asumiendo que cada persona se come 100 gramos de cereal, son 2.880 Bs. Y digamos que ese cereal se va a acompañar con 200 ml de leche, a 1.600 Bs el litro, son 1.280 Bs. En total la cena habrá costado 4.160 Bs.

Recapitulemos: para alimentar medianamente a una familia de 4 personas se necesitan 16.460 Bs diarios. Eso representa un incremento de 8.740 Bs. con respecto al calculo hecho en julio del año pasado. Es decir, un 113% de aumento. En 6 meses. Y si nos remontamos a un año hacia atrás nos sorprende un descomunal 459%.  Ahora bien, en este cálculo se está obviando el costo de los aliños y grasas. Antes no se tomaba en cuenta porque solía ser marginal; ahora un kilo de azúcar puede costar hasta 6.000 Bs, y un litro de aceite vegetal - no de oliva - anda entre los 5.000 y los 8.000 Bs, dependiendo de la suerte que se tenga.Las salsas - ketchup, mostaza, mayonesa - también están a costos prohibitivos cuando se encuentran. Eso, por supuesto, incide en los costos mensuales de alimentación de una familia. Estos son precios de supermercado. Tal vez comprando en mercados ambulantes pueda hacerse un poco de economía, pero no mucho más.Y a todo este análisis se le debe imputar el costo de las horas hombre que se gastan en la búsqueda de los víveres. Pero quedémonos con la primera cifra, 16.460 Bs diarios. Al mes son 493.800 Bs. El sueldo mínimo anda cercano a los 100.000, de los cuales 60.000 son la ayuda de alimentación. Para alimentar a 4 personas se necesita el sueldo de 5. Y no estamos tomando en cuenta transporte, aseo, medicinas y servicios. Panorama desolador.