jueves, 8 de marzo de 2012

Pizzas fáciles




¿Quien no ha tenido un antojo de pizza, tal vez un domingo de esos que no provoca sino estar empiyamado todo el día, y no se tienen ganas de hacer nada complicado? A mi me pasa  mucho. Pero también me gusta comer bien, y detesto las pizzas de delivery. Bueno, encontré en Plan Suarez (valga la cuña) un pan que es perfecto para hacer pizza. Se llama pan árabe, y tiene una forma aproximadamente cuadrangular. Es bastante chato, y su sabor es levemente dulce, lo que le viene bien para ciertos tipos de pizza. Les propongo una de cebolla caramelizada y quesos. La preparación es como sigue:

-Poner a caramelizar un par de cebollas cortadas en ruedas (se ponen en aceite de oliva no tan caliente, y se dejan hasta que tomen un color dorado a marrón, sin agregar sal: el azúcar que sueltan las carameliza naturalmente. No se deben freir, sino cocinar lentamente).

-Rallar quesos de su preferencia (con queso tipo roquefort, o gorgonzola, queda estupenda). Yo usé queso amarillo, emmenthal y mozzarella, también quedó muy buena de sabor.

-Esparcir la cebolla sobre la superficie del pan árabe, sin desperdiciar el aceite, y a continuación la combinación de quesos, tratando de que quede repartido todo equitativamente.

-Poner al horno, que habrá sido precalentado, hasta que el queso se funda (unos 10-12 minutos)..

El resultado debe ser algo como ésto:



La pizza de la foto que encabeza la nota es una margarita tradicional: salsa de tomate, mozzarella y orégano. Con el aditivo de la hierba sagrada. Albahaca, por si acaso.

martes, 28 de febrero de 2012

Cuando el silencio aturde

Cuando arribo a una casa vacía,
Cuando a nadie mi ausencia hiere,
Cuando mi vida es poblada por sombras…

Cuando el silencio aturde.



Cuando los días son todos iguales,
Cuando nada logra excitarme,
Cuando el lecho me aguarda vacío…

Cuando el silencio aturde.



Cuando estoy solo en la muchedumbre,
Cuando mi cena es fría e insabora,
Cuando incluso los libros me hastían…

Cuando el silencio aturde.



Cuando ya no consigo motivos,
Cuando en nada hallo consuelo,
Cuando la muerte se me antoja salida…

Cuando el silencio aturde.

domingo, 26 de febrero de 2012

Sabana Grande, el boulevard de los sueños rotos


Si me preguntaran por mi gentilicio, sin titubear respondería "sabanagranero". Aunque impreciso y  caprichoso, es el que más me identifica con lo que puedo considerar "el terruño". Nací a una cuadra de la Calle Real de Sabana Grande, y durante los primeros 27 años de mi vida habité en sus cercanías (inclusive, por dos años, en un edificio situado justamente en el bulevar). Por consiguiente pude apreciar las diferentes etapas en su desarrollo: desde cuando era una calle vehicular, cerrada al tránsito en algunas noches especiales, por lo general en cercanías de fechas de asueto, ya sea carnavales o semana santa, pasando por su conversión definitiva en calle peatonal en conjunto con los trabajos del metro, su período de buhonerización salvaje, y su estado actual de recuperación, pero una recuperación signada por la presencia agobiante de los símbolos del régimen, con predominio de la efigie de Chávez.

Desde los años 50, hasta mediar los 70, Sabana Grande fue de hecho el gran centro comercial de Caracas.   Tal vez las generaciones actuales no lo sepan, pero podía vanagloriarse de contar con un concesionario Rolls Royce : como mudo testimonio de este hecho quedaron las huellas dejadas por las letras de bronce que anunciaban el local. Las mejores tiendas se encontraban en sus calles: nombres como Adam´s, Vogue, Wilco, Tropicana y Selemar se leían en los grandes letreros, por lo general iluminados con coloreadas luces de neón, como si de una Las Vegas en miniatura se tratase. Ningún adolescente que quisiera estar al día con la moda podía prescindir de pasarse por Cárnaby, y acudir al sitio más "in" de la ciudad, Le Drugstore (aunque en rigor se encontraba situado en el primer centro comercial que pudiera presumir de ese nombre, el CC Chacaíto, estaba en el área de influencia de Sabana Grande). Las mejores jugueterías se hallaban allí, y los aficionados al modelismo a escala tenían varias tiendas en donde saciar sus ansias (tuve un par de trenes adquiridos precisamente en ellas). La vida bohemia se daba cita en sus locales: basta recordar que la geografía de la República del Este estaba circunscrita alrededor de la calle Lincoln.  Restaurantes de gran boato se abrían en las calles de Sabana Grande, entre ellos Franco´s, Da Guido, Il Vecchio Molino, Camilo´s y La Bussola. Un par de cines de estreno se ubicaban allí, el Broadway y el art-noveauesco Radio City. También tiendas de exquisiteces itálicas e ibéricas estaban situadas en el bulevar, o en sus cercanías. Tal era su significado en la vída ciudadana que Carlos Noguera escribió su mejor novela inspirado en ese ambiente, la recordada y célebre "Historias de la calle Lincoln". Con el advenimiento del centro comercial como concepto de lugar cerrado y en teoría más seguro empezó la decadencia de Sabana Grande.

Hoy en día goza de unos espacios "recuperados", bajo la estética particular del régimen. En líneas generales está bastante bien: lograron el éxodo de los vendedores ambulantes, que eran una verdadera plaga, lo dotaron de mobiliario urbano muy agradable a la vista y removieron en su totalidad los adoquines de los años 80... para poner adoquines básicamente iguales. Pero... el aire que se respira es de una pobreza lavada, una pobreza que a pesar de ponerse sus mejores galas no pierde su esencia pobre. Las edificaciones más vetustas, que podrían ser de gran atractivo, por lo general están en estado de abandono; las fachadas desconchadas y los letreros simulando dentaduras de ancianos, en las cuales faltan varias piezas. Las tiendas en su gran mayoría venden baratijas, cuando no son zapaterías o peluquerías. Las antiguas tascas, de grata recordación, se han trastocado en remate de caballos o tratan de competir con la abundante oferta de comida rápida. Pululan los carteles relativos a la revolución. Y los avisos, que le daban un carácter especial, han desaparecido para ser reemplazados por unos letreros anodinos e iguales. En aras de la democratización de los espacios, ha perdido por completo la atmósfera elegante que poseía en el pasado, para embeberse de una nueva realidad. Un poco metáfora del país, al fin y al cabo. Pero dejemos hablar a las fotografías, si el adagio "una imagen vale mil palabras" es correcto, les dejo diez y siete mil palabras a continuación.


















sábado, 18 de febrero de 2012

Sietecuero

Mi esposa y yo tenemos la costumbre, los viernes por la noche, de tomarnos unos tragos acompañados con alguna tapa,  escuchando música y conversando sobre los acontecimientos de la jornada. Fieles al ritual, anoche nos armamos de unos nobles escoceses y pusimos a rodar todo el arsenal musical contenido en mi laptop. En un determinado momento me poseyó una repentina (y feliz, como lo pude constatar momentos después) inspiración: paré el Windows media y entré a Youtube, buscando un video de una banda legendaria para los caraqueños que éramos adolescentes en los 70's: Sietecuero. Para las nuevas generaciones, explico que Sietecuero fue una agrupación conformada por, entre otros, tres músicos que tuvieron, con fortuna alterna, figuración en la escena musical de los 80/90, y por lo menos uno de ellos sigue activo. Me refiero a Alberto Slesynger, injustamente famoso por un grupo de baja estofa llamado Daikirí, y los hermanos Di Marzo: Evio, quien ahora alterna la música con su restaurant, y el más popular de los tres, Giordano, Quien trastocó su nombre en Yordano. Sietecuero tocaba un crossover explosivo, para mi gusto: una mezcla de ritmos latinos sustentados en una base rockera (o al revés, pero cuando lo escuchen entenderán lo que me cuesta explicar). El video que andaba buscando es éste:

Y la feliz coincidencia se dio cuando revisé una de las mejores características de Youtube, la que muestra sugerencias afines con lo que se estaba visualizando, y me topé con una versión de Summertime hecha por ellos. La puse, y en lo que arrancó a sonar por poco se me sale una lagrimita: una estrofa que tenía almacenada en algún rincón de la mente, y que de tanto en tanto aflora, comenzó a brotar de la boca de un muy joven y desgarbado Yordano: "el sol caliente, hace la vida fácil". Esa era la canción que nunca había podido encontrar; la había escuchado alguna vez en algún oscuro programa de radio, o en una rara aparición de Sietecuero en el canal 5. Pero nunca la había asociado con el legendario tema del jazz, y para hacerle honor a la verdad es bastante difícil establecer la filiación. Lo que no lo exime de ser un temazo:


A medida que nos va avanzando la edad, nos ponemos nostálgicos. Esta es una muestra de ello. Espero encarecidamente que alguien vea estos videos, y regrese a su adolescencia, cuando era joven, limpio y feliz.

jueves, 5 de enero de 2012

10 canciones que me acompañaron en lo que va del siglo XXI

Esta no pretende ser una lista de lo mejor en lo que va de siglo, ni mucho menos. Es sencillamente una pequeña muestra de la música que he descubierto en los últimos años, y que escucho regularmente. Tal vez a alguien le pueda resultar de utilidad, a veces es grato encontrarse con nuevas propuestas musicales.

  1. The Mars Volta – Drunkship of lanterns

Mars Volta ha sido descrito como “el King Crimson cubano” (realmente son de ascendencia mexicana, de El Paso, Texas). Para mí, una banda que ha ido en declive, pero considero sus primeros dos discos como una joyita.



  1. Porcupine tree – Time flies

Una de las mejores bandas del género progresivo que están activas actualmente. Es más un proyecto de Steven Wilson que una banda en el sentido formal. Todo lo que escuchado de ellos es impecable.




  1. Dream Theater - Stream of Consciousness

Los reyes del metal progresivo. Detestados y amados por partes iguales, yo admiro su virtuosismo.


  1. Guilt Machine - Season of Denial

Proyecto de Arjen Lucassen, no tengo mayors referencias sobre él pero me parece una excelente banda.


  1. PFM - Stati di immaginazione - la Terra dell'Acqua

La banda de mi juventud, creo que el primer lp que compré era de ellos, y lo conservé hasta hace poco. Tuvieron un segundo o tercer aire con este disco, un experimento visual y auditivo (cada canción está acompañada por un clip).


  1. ECHOES - Leaf Motif

Echoes es una banda de San Antonio de Los Altos, que tiene rato rodando, pero se ha manejado de bajo perfil. Tuve la oportunidad de escucharlos dos veces, una en el Complejo Cultural Chacao y la segunda en el Tiburón Club, en Puerto la Cruz. Me parece de lo mejorcito que he visto en Venezuela, dentro del tipo de música que me gusta.


  1. Indukti – Freder

Banda polaca, definida como metal progresivo. Tiene un sonido bastante particular, al apoyarse en instrumentos de arco.


  1. Pain Of Salvation – Ashes

Estos vienen de Suecia, y sus orígenes se remontan al año 1984 cuando un muy joven  Daniel Gildenlöw (de apenas once años) forma su primera banda llamada Reality. En 1991 cambian su nombre al actual. Se caracterizan por elaborar álbumes conceptuales, con letras bastante complejas.


  1. Wolfmother – Woman

Banda australiana, que por el divismo de sus miembros desapareció - hasta donde les seguí la pista. Me encanta su sonido setentoso.


  1. Black Angel – Sniper at the gates of heaven.

No son los Angeles Negros. Es una especie de Doors en ácido.



domingo, 11 de diciembre de 2011

Paseo Los Palos Grandes: lo bueno, lo malo y lo feo

Este sábado 10 de Diciembre estaba pautada la tercera edición del Paseo Los Palos Grandes, una convocatoria de Chacao en donde se mezclan música, literatura y gastronomía. Yo estaba algo escéptico debido a la caótica edición previa de Por el medio de la calle, pero revisé la programación y vi que la oferta era atractiva, por lo que decidí dar una vuelta por el sitio a ver que tal.

Mi experiencia tuvo tres momentos, tal y como lo indica el título de esta croniquilla, y paso a describirla:
Lo bueno: definitivamente, las actividades relacionadas con la música. Nuestra primera parada fue en La Praline, en donde estaba pautada la presentación de una banda de covers de jazz, el grupo de Mark Brown, un saxofonista/cantante al estilo de los crooners de los 50. La propuesta fue honesta: un cuarteto formado por un contrabajo acústico, batería, guitarra y el mencionado saxofón, que se dedicó a interpretar piezas del repertorio del jazz standard; los músicos, muy solventes, mantuvieron a la audiencia bastante interesada durante su presentación. Hubo un aliciente adicional: estaban ofreciendo una cata de cava rosado Freixenet, junto con bombones de la chocolatería, por lo que el asunto tuvo una nota europea bastante simpática.

Una vez terminado ese toque, nos fuimos hacia la plaza Los Palos Grandes, con una parada previa en un negocio de comida árabe que estaba ofreciendo una degustación de las típicas cremas con pan de pita frito, y una muestra de dulces. La plaza estaba bastante llena, y ya Los Crema Paraíso estaban en la tarima ofreciendo su fusión onda nueva-funk-folclore-electrónica, con alguna reminiscencia de Vytas Brenner. Muy bueno su concierto; se nota la influencia de Amigos Invisibles en la banda (no en balde uno de sus integrantes, Jose luis Pardo,  es miembro de Los Amigos). Después de Los Cremas se montó en el escenario una banda que me encantó: Gaélica. Es impresionante la sonoridad que consiguen con sus instrumentos, entre los que destaca una gaita escocesa. Pusieron a bailar a la concurrencia, y nos regalaron un par de covers de clásicos del rock  (Kashmir de Zeppelin y el sempiterno The wall), claro que a su estilo. Cerraron con una muy simpática "Gaita con gaita".

Lo malo: no me gustó para nada que se montara en la Tarima el alcalde Graterón. Creo que ha debido manejarse de otra manera; aunque no hizo proselitismo político de forma abierta, veladamente asomó algo de eso. Tal vez ya esté saturado de política, pero particularmente para mi fue anticlimático ver a un político en campaña en lo que se supone era un evento musical más que todo.

Lo feo: esto fue exclusivamente mi culpa. Resulta que previendo un caos vehicular en la zona, y problemas para estacionar, tuve la brillante idea de parar en el Excelsior Gama de Santa Eduvigis, y no averiguar el horario de cierre del sitio. Estaba seguro que operaba hasta la medianoche, por lo que estuvimos confiados viendo el cierre del espectáculo, a cargo de una agrupación "vente tú" de lujo, con Aquiles Baez a la cabeza del asunto. Cuando nos fuimos al supermercado, las santamarías estaban cerradas, y un enorme cartel informaba sobre el nuevo horario, hasta las 9:00 PM. Cómo no vimos el cartel cuando llegamos, es algo totalmente misterioso. En fin, que nos tocó abordar el primer taxi que nos pasó al lado, confiando en nuestra suerte. Afortunadamente resultó ser un señor mayor que nos llevó sin contratiempos hasta la casa.

Dentro de todo, no puedo quejarme del evento. Me permitió conocer un par de buenas propuestas musicales, y la oportunidad de estar al aire libre de noche, algo que no se hace con mucha frecuencia. Definitivamente mucho mejor que Por el medio de la calle.

martes, 15 de noviembre de 2011

Risotto de berenjenas

Esta receta me salió por casualidad, al no encontrar hongos frescos en el automercado. Compré berenjenas como sustituto, y seguí el siguiente procedimiento:
-Mantener un consomé, preparado previamente, a punto de hervor.
-Montar una olla baja a fuego bastante lento.
-Cortar bastante cebolla, y ponerla en la olla a caramelizar.
-Poner las berenjenas en el horno, procurando que la piel se le queme (para dar un toque ahumado al risotto).
-Picar un tomate en cuadritos, y agregarlo a las cebollas.
-Cuando las berenjenas estén listas, sacarlas del horno, retirarles con una cuchara la pulpa (procurando descartar las semillas). Agregar la pulpa así obtenida al sofrito. Salpimentar y dejar cocinar un rato.
-Agregar el arroz (no debe ser tipo parboiled ni dorado); dejar rehogando el arroz en el sofrito durante unos 3 o 4 minutos.
-Agregar un par de cucharones del consomé, y revolver esporádicamente hasta que se haya absorbido el líquido; seguir este procedimiento hasta lograr la cocción del arroz.
-Antes de servir, integrar al risotto una buena porción de queso mozzarrella, rallado.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Por la calle del medio: lo que vi en "Por el medio de la calle"

Imagen cortesía de Silvia Mercader


He leído bastantes críticas a “Por el medio de la calle”, casi todas negativas. Por ello me animé a escribir mis impresiones, ya que percibo mucha animosidad hacia el evento. Yo también me sumé a la comparsa, y comparto un poco las opiniones vertidas en varios medios. Pero dentro de todo es una de las pocas opciones diferentes que nos da esta ciudad, por lo menos a gente de mi estrato social – tirando a pelabolas, para entendernos.

Mis “visualizaciones” fueron las siguientes: Los Beatunes, que es la menor banda tributo a Beatles que haya visto, en orden de calidad (no son terribles, pero los hay mucho mejores, por ejemplo buitres y beat-3; la música estaba bastante bien pero el pana que hacía la voz líder tal vez estaba resfriado o abrumado por el gentío; en definitiva no me gustó, salvo en Come Together: esa sí la cantó con feeling; al contrario de Los Beatles originales, el más talentoso de la banda me pareció el baterista).

En segundo lugar fuimos a ver a Cindy López, que sí me gustó una barbaridad; esa chama, si se maneja bien, puede dar de que hablar en el futuro, y tiene la habilidad de apoyarse en unos músicos estupendos, nada menos que el bajo y la batería de Mojo Pojo, los populares Enrique Pérez y Pepino, y el guitarrista Héctor Castillo, todo un virtuoso. Valga decir que Cindy cerró su presentación con un cover de "Oh Darling!" que se acercó bastante al de “Across the universe”, con su carga de intensidad. Aquí presencié el único acontecimiento realmente desagradable, pero a la vez reconfortante: un desubicado en una moto pretendía pasar por el medio del público, y llegó hasta a ofrecerle unas manos a una persona que le recriminó su conducta. La gente hizo causa común, en particular las mujeres (creo que su valentía estriba en el hecho de saberse inmunes a los coñazos, pero igual las aplaudo): hicieron que el motorizado bajara el tono y prosiguiera a pie (empujando su moto, claro).

Después de Cindy nos paseamos la calle hasta el mercado municipal, buscando algunas “bebidas líquidas y refrescantes” (conste que esa frase la escuché por radio, nada menos que en la cultural de Caracas), es decir, unas humildes birras; en el camino presenciamos performances callejeros, algunos actos de circo, teatro, algo de participación del público al rayar el piso con tizas, un unipersonal de un individuo asomado a un balcón, mirando lánguidamente hacia algún punto impreciso en la pared del edificio de enfrente. Posteriormente nos fuimos a ver la fura española, que resultó ser una fulana haciendo figuras sobre un trapecio, al principio me gustó pero se puso ladilla muy, muy rápido.

Una vez despachada la fura, tratamos de ir a la plaza de La Castellana a escuchar los Chevinovas, pero por razones ajenas a nosotros llegamos con el “tran tran” final; vale decir que en ese momento pensé seriamente que el gentío nos iba a pasar por encima, esa vaina era peor que las marchas en su mejor momento. De allí nos fuimos un rato a escuchar el Ska-jazz (no soy particularmente aficionado al ska, pero estaba bien). Ya el cuerpo no daba como para más, así que nos refugiamos en los chinos de Palos Grandes, para tomarnos unas frías y comernos algo. Como mi retoño permanecía en el evento, no nos quedó otra que regresarnos al lugar, y pudimos ver el cierre de Guajeo y de Los Mentas, y los fuegos artificiales que culminaron la programación.

Tal vez lo más entretenido fue el hecho urbano, el pasear para ver y ser visto por una fauna variopinta que salió a la calle a divertirse, a hacer una fiesta urbana en la que menos importó la propuesta formal que las ganas de soltarse, de loquear un rato. Corrió en abundancia el licor y la marihuana, eso si fue innegable. En conclusión, demasiada gente que no permitió apreciar a plenitud las escasas propuestas de calidad. Sin embargo, el año que viene pienso volver, a pesar de lo malo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

La palabra "bizarro"



Ayer, en la sección de comentarios del estupendo texto "Crónicas del Macuto Shératon" publicado en Prodavinci, un señor le recriminaba cordialmente a Federico Vegas el empleo de la palabra "bizarro" como sinónimo de "extraño". Formalmente, el lector en cuestión tiene total razón: si se busca en el diccionario de la Real Academia Española, el significado de la palabra es algo así como "valiente, caballeroso". Pero este es uno de los casos en los que me siento inclinado a desdecir de la Academia. Tal vez por influencias de mi otra lengua madre (el italiano), tal vez por la de los suplementos de Superman, en los cuales existe un "mundo bizarro" que es el total opuesto al mundo normal, he asociado siempre esa palabra con el significado que le da el señor Vegas, y me parece que se casa perfectamente con la definición.

Además, existe otra razón: en la literatura venezolana, el adjetivo "bizarro" se utilizaba ampliamente en los libros históricos, para definir las actuaciones heróicas de los militares de entonces. De esos tiempos a los actuales ha pasado mucho trecho. Ya no hay batallas cruentas contra el enemigo realista, ya no hay gestas libertadoras. Sin embargo, en estas épocas nuestros militares vuelven a ser bizarros. MUY bizarros. A la manera de Superman.