sábado, 21 de septiembre de 2013

Risotto de calabacines y garbanzos

Se dice que las crisis permiten crecer, ya que potencian la creatividad de las personas. Creo que este postulado tiene visos de certeza, en todos los ámbitos. En el de la economía doméstica inclusive. Basta darse un paseito por cualquier supermercado para espantarse: tomates a 38 Bs el kilogramo, queso tipo parmesano nacional pasando los 300, carne inexistente y, cuando se consigue, en cortes exóticos... la lista es larga, sin duda. Pero uno de los placeres indeclinables para el ser humano es el buen comer, por lo menos en mi concepto. Así que en esos momentos uno se devuelve a sus fuentes, a las recetas que le llegaron por tradición oral desde los fogones de sus ancestros, y se reinventa.

Hoy me propuse elaborar un risotto con lo que tenía en la nevera: calabacines y garbanzos. No es una combinación muy vista, pero creo que puede funcionar. Mientras redacto estas líneas el risotto está en el fogón, y hasta el momento el sabor no decepciona. Ya vengo, voy a darle una vuelta.

Ok, va bien. Va alcanzando la textura y el punto de cocción. El sabor no está nada mal, el matrimonio entre los garbanzos y el calabacín funcionó a pesar de lo extraño que parecía en un primer momento. Ahora solo espero que el grano alcance el punto de cocción adecuado, y lo serviré rociado con pimienta recién molida y queso rallado, que no pude renunciar a comprar a pesar del precio prohibitivo que exhibía en el anaquel del supermercado. Porque, después de todo, hay que darse algún gusto en esta vida.

Receta:

-tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva
-unos tres dientes de ajo, picados
-media cebolla, picada
-un calabacín de buen tamaño, cortado primero en ruedas y después troceado
-una taza y media de arroz
-una taza de garbanzos cocidos
-unas 3 o 4 tazas de caldo de pollo
-sabores: sal y orégano

Poner a sofreír el ajo y la cebolla en aceite de oliva. Cuando haya transparentado la cebolla, agregar los calabacines. Permitir que expulsen toda el agua y se doren. Agregar el arroz, y dejar que se impregne del aceite, unos tres o cuatro minutos. Agregar el caldo a cucharones, dejar que el arroz absorba el líquido y remover con frecuencia. Cuando esté a 3/4 de cocción agregar los garbanzos. Dejar que termine de cocer el arroz, unos 20/25 minutos. Servir en platos hondos, y acompañar a discreción con pimienta recién molida y queso parmesano o pecorino rallado.

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