domingo, 26 de julio de 2015

Caracas en las redes




Tres mujeres se reunieron el día del cumpleaños de Caracas, el número 448, para atestiguar su amor a la ciudad a través de la tesonera labor que realizan a diario en las redes sociales. Esmeralda Niño Araque, en nombre de la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana, la Fundación para la Cultura Urbana y la Fundación William Niño Araque, tuvo la iniciativa de convocarlas al espléndido recinto de la Librería Lugar Común para que conversaran sobre sus respectivos proyectos alrededor de la ciudad, que se materializan a través de tres grupos temáticos en Facebook: Caracas en Retrospectiva, a cargo de María Sigillo; Caracas en Flor, de Rossella Consolini; y Caracas Alada, de Marianella Ferrer.

El encuentro fue presenciado por un nutrido público que, a pesar de haber asistido tal vez para escuchar sobre un grupo en particular, oyó con atención las exposiciones de las tres administradoras de esos espacios que van de lo virtual a lo físico. No podía ser de otra manera, ya que fueron charlas amenas y frescas, apoyadas por abundante material fotográfico aportado por quienes le dan vida a cada uno de los grupos, personas que en definitiva son la razón de ser de ellos.

Comenzó Maria Sigillo, quien nos contó cómo tomó el testigo de Caracas en Retrospectiva de manos de Felipe Torres del Olmo, quien lo fundó en 2007 pero lamentablemente falleció al poco tiempo. María ha sabido capitanear un espacio que entre sus diferentes versiones (Caracas en Retrospectiva, Caracas en Retrospectiva II, la página en Facebook y el blog) roza los cien mil usuarios inscritos y tiene una cantidad importante de colaboradores, a quienes debe de alguna manera moderar para no desvirtuar el propósito inicial del grupo, que no es otro que recopilar el pasado de la ciudad a través de las imágenes de fotógrafos, tanto profesionales como amateurs, desde mediados del siglo XIX hasta el año 1990, fecha en la que se estableció el límite. En palabras de María: 

"Nuestro trabajo está orientado a lograr el Registro gráfico-documental de la Caracas querida por nuestros abuelos y padres -
La "Sucursal del Cielo" la otrora "Sultana del Ávila"
Hoy, una ciudad maltratada por la indolencia y la desidia... una ciudad que clama por recobrar su esplendor.

Recuerdos de aquella Caracas consentida de antaño, aportados por nosotros, sus hijos, los Caraqueños en Facebook".

Actualmente CER es una de las fuentes más importantes de información audiovisual sobre Caracas, disponible para cualquier usuario de Facebook. Gracias a la labor de curadoría del equipo que lo administra ha logrado un nombre bien justificado entre quienes sienten curiosidad por el pasado de la ciudad, e incluso ha sido utilizado por historiadores para documentar sus libros sobre la capital.

Posteriormente tomó la palabra Rossella Consolini, para hablarnos del enorme jardín virtual que es Caracas en Flor. Desde 2009, año de su creación, ha ido recopilando fotografías de la generosa y perenne flora capitalina. Caracas es una ciudad que tiene la particularidad de estar floreada todo el año, y a pesar de la desidia generalizada y de las talas descontroladas tiene una cantidad enorme de vegetación, que crece tanto en jardines ordenados como de manera silvestre. Y Rossella es su relatora fundamental. No es infrecuente verla estacionada en cualquier lugar de la ciudad, llámese autopista, avenida o calle, para captar alguna flor, arbusto o árbol que haya llamado su atención. Y tiene el respaldo de varios botánicos que la ayudan a clasificar los especímenes fotografiados por ella y los demás colaboradores habituales de su grupo.

Rossella se trajo como material de apoyo, aparte de una buena cantidad de fotografías, una serie de semillas que ha ido recolectando tanto en Caracas como en el resto del país, y obsequió al público las famosas pepas de zamuro, portadoras de buena fortuna según la tradición.

El cierre le correspondió a Marianella Ferrer, artífice del grupo Caracas Alada, que desde el año 2012 deleita a una gran cantidad de personas que lo visitan a diario, tanto para ver las fotografías publicadas como para enriquecerlo con sus aportes. Marianella nos contó como nació el grupo, gracias a una camarita digital que le fue obsequiada y con la cual comenzó a fotografiar los diferentes pájaros que llegaban a su casa. Ese fue el primer material que se subió al grupo, pero pronto el caudal de imágenes aportadas por los miembros que se iban sumando fue ampliando de manera importante el catálogo de aves caraqueñas. Como en el caso de Caracas en Flor, Marianella se apoya en expertos sobre el tema quienes la ayudan a identificar y a clasificar las imágenes.

Marianella relató cómo ha hecho esfuerzos para llevar el grupo del mundo virtual (cuadrado lo llama ella, haciendo alusión a la forma del monitor) al real, mediante diversos paseos a distintos lugares de la ciudad aptos para la observación de fauna alada.También habló sobre la iniciativa de establecer lazos con comunidades que tienen intereses afines con la actividad de Caracas Alada, como lo es el Jardín Ecológico de la Concha Acústica manejado por el profesor Luis Levin, al cual se le ayudó a tener presencia en las redes.  Por último, señaló que en la actualidad está tomándose la tarea de levantar el registro de las especies de aves presentes en el grupo. El objetivo final es llegar lo más cercano posible al número 500, que es la cantidad aproximada de especies que pueblan la zona de Caracas. 

La dinámica de la charla propició que Tomás Fernández, reconocido especialista en el tema de los colibríes, nos diera una explicación detallada sobre la conveniencia de tener bebederos para aves en nuestras casas, desmontando la matriz de opinión según la cual dicha costumbre es perniciosa para las aves en general y los colibríes en particular. Además nos contó acerca de los hábitos migratorios de los colibríes, revelando datos muy curiosos tales como la presencia de esas aves en alturas tan insólitas como la del Pico Espejo.

¿Qué tienen en común estas tres mujeres? En primer lugar, la pasión por lo que hacen: mantener en funcionamiento comunidades de esos tamaños, velando porque se cumplan las normas y guiando a los nuevos usuarios para que obtengan el mayor beneficio posible, no es tarea leve. Por otra parte son la demostración de que se puede compartir una inquietud con mucha gente afín, aún sin ser expertos en el tema, al fomentar la curiosidad, la investigación y el aprendizaje. Y por último pero no menos importante, con su labor alivian por momentos el agobio que a veces significa Caracas, al mostrar su lado amable.

A continuación una pequeña galería de fotos:











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