Éste es mi cuarto de juegos. Siéntanse libres de tomar lo que gusten; si quieren dejar algo, también sirve.
martes, 11 de septiembre de 2018
Big brother
En la calle que sube del Farmatodo de Los Chorros hacia Los Galpones, aproximadamente a mitad del recorrido, y justo antes de un edificio que se intuye lujoso, hay una construcción que parece un lego mal montado. Volúmenes que se superponen sobre el piso incial, de distintos acabados, desde tablilla hasta friso sin pintar. Se entrevén rejas, y un laberinto que debe conducir a las diferentes unidades en donde harán vida una docena de familias. Un minibarrio, pues. O tal vez sea más justa, más apropiada a sus dimensiones, la denominación de casa de vecindad. Una de esas incongruencias de las que es pródiga Caracas, en todo caso. Allí, encima de una ventana, hay un solo "adorno": un afiche gigante con la efigie de nuestro inefable dictador tropical, no sonriente sino diría que amenazante. El Big Brother cuidando que su rebaño no se le descarrile.
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