Postergar es la norma
nunca culminar del todo
dejar cabos sueltos.
Como si hubiera miedo al término,
así, como si después no esperara más nada
sino el vacío y los recuerdos.
Pero es una torpe excusa.
La verdad es que hay pereza,
comodidad, laxitud.
Siempre habrá tiempo
para terminar.
Excepto cuando el tiempo se termine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario